¿América unida o solo un sueño? La identidad criolla
La Carta de Jamaica: identidad y unidad en el pensamiento de Simón Bolívar
Simón Bolívar, un líder visionario en la lucha por la independencia de América Latina, articuló en su Carta de Jamaica un profundo análisis sobre la situación de su tiempo. En este contexto, me gustaría resaltar dos fragmentos que no solo reflejan su pensamiento, sino que también invitan a la reflexión sobre la identidad y la unión de los pueblos americanos. Bolívar se propuso unir a los latinoamericanos contra la corona española y, al mismo tiempo, buscó forjar una identidad que fundamentara esa unión.
El primer punto que destaca en su discurso es la imperiosa necesidad de la unión latinoamericana. En su análisis, Bolívar se detiene a evaluar la situación de cada región del continente, reconociendo un fuerte clamor por independencia. Cito: "Este cuadro representa una escena militar de dos mil leguas de longitud, y novecientas de latitud en su mayor extensión, en que dies y seis millones de hombres, la Europa civilizada, comerciante de Americanos, defienden sus derechos, ó están comprimidos por la nación Española; que aun que fue en algún tiempo el más vasto Ymperio del Mundo, sus restos son ahora impotentes para dominar al nuevo hemisferio, y hasta para mantenerse en el antiguo" (Bolívar, 2015: 8).
En este pasaje, Bolívar no solo señala que la corona española ya no tiene poder en América Latina, sino que también cuestiona su relevancia en el viejo continente. A través de su pluma, invita a los americanos a tomar las riendas de su destino, reconociendo que, en un contexto de guerras y revoluciones, un país aislado no podría contrarrestar el poderío de un imperio. Sin embargo, la unión de los pueblos podría dar lugar a un nuevo imperio que desafiara al español. Bolívar, a pesar de su visión esperanzadora, es consciente de las dificultades, y aunque reconoce que la unión parece imposible en ese momento, hace un llamado a trabajar en pos de ella.
En su propuesta, Bolívar evoca la figura de Bartolomé de las Casas como un símbolo de las injusticias sufridas por los pueblos americanos bajo el yugo español. Así, nos recuerda que la historia de América está marcada por la resistencia y la lucha por la dignidad. Este aspecto de su pensamiento resuena con fuerza, subrayando que la identidad compartida debe construirse a partir de una historia común de sufrimiento y aspiración.
El segundo punto que emerge de la Carta es la necesidad de establecer una identidad criolla que trascienda las categorías de indios y europeos. Bolívar plantea una profunda cuestión sobre nuestra condición de ser americanos, afirmando: "Mas nosotros, que apenas conservamos vestigios de lo que en otro tiempo fue, y que por otra parte no somos Yndios ni Europeos, sino una especie media entre los legítimos propietarios del país y los usurpadores Españoles; en suma, siendo nosotros americanos por nacimiento; y nuestros derechos los de Europa, tenemos que disputar éstos a los del país, y que mantenernos en él contra la opinión de los invasores; así nos hallamos en el caso más extraordinario y complicado" (Bolívar, 2015: 12). Este fragmento nos lleva a cuestionar quiénes somos en un mundo que nos ha marginado.
La búsqueda de la identidad criolla es fundamental para Bolívar, quien entiende que este nuevo ser americano no puede ser ni nativo ni español. En este sentido, la pregunta que nos lanza es: ¿qué somos realmente? La construcción de una identidad americana se convierte en un pilar crucial para llevar adelante la revolución. Bolívar sostiene que para lograr la unión de América Latina, es imprescindible contar con una identidad compartida que unifique a los pueblos en su lucha por la libertad.
Este sentido de pertenencia a una patria nueva es esencial. La perspectiva de las oligarquías criollas de la época resuena con la noción de Bolívar, quien entiende que el ser americano implica un espacio propio, alejado de las clasificaciones tradicionales. Como señala el autor del prólogo de las Cartas de Jamaica: "¿En qué sentido es una afirmación el ser americano? Ha quedado dicho: lo es en la medida en que es una declaración categórica 'somos un pequeño género humano' que posee 'un mundo aparte, cercado por dilatados mares'. Un mundo propio que no basta con tenerlo y habitarlo, hay que hacerlo una patria" (Bruzual, 2015: XXII).
El sentido de ser americano, en este contexto, adquiere una gran importancia. Para llevar adelante la revolución, es crucial contar con una fuerte idea de identidad americana que logre unificar a todos los pueblos de Latinoamérica bajo una identidad compartida. Esta identidad se convierte en un baluarte frente a la opresión y un motor para la acción colectiva. Además, es fundamental destacar que, para lograr una América unida, se requiere un Estado tan poderoso, o incluso más, que el imperio al cual se aspira a liberar.
La reflexión de Bolívar nos lleva a pensar en las tensiones inherentes a la construcción de una identidad nacional. ¿Cómo podemos unir a pueblos con historias y tradiciones diversas bajo un mismo estandarte? La respuesta radica en reconocer la riqueza de esa diversidad y en construir un relato común que nos una en la lucha por la libertad y la justicia. Bolívar nos ofrece un modelo: un líder que reconoce las injusticias del pasado, que busca justicia y equidad y que, a pesar de las adversidades, invita a la unión y al esfuerzo compartido.
Bolívar nos invita a reflexionar sobre nuestra identidad y nuestro lugar en el mundo. La construcción de una América unida no solo es un desafío político, sino también un llamado a reconocer nuestra esencia como pueblo. La Carta de Jamaica se erige, así, como un manifiesto que trasciende su tiempo, y su mensaje sigue resonando en las luchas contemporáneas por la identidad y la unidad en América Latina.
Entonces ¿qué significa realmente ser americano en el contexto actual? ¿Cómo podemos construir una identidad que respete y celebre nuestra diversidad? La historia nos ha enseñado que, en la unión, reside la fuerza. A medida que reflexionamos sobre el pensamiento de Bolívar, debemos considerar cómo sus ideas pueden inspirarnos hoy a forjar un futuro más cohesionado y solidario, donde la identidad compartida no solo sea un ideal, sino una realidad vivida.
Bibliografía:
- Ortíz Bruazual, C. Simón Bolívar: Carta de Jamaica y otros textos. Caracas: Fundación Biblioteca
Ayacucho. 2015.
- Feinmann, J P. Filosofía y Nación. Estudios sobre el pensamiento argentino.
Buenos Aires: Letra E. 1996.