Educación en crisis: ¿El último espectáculo del sistema?
Introducción
La reflexión sobre la educación, su rol en la sociedad, y el lugar que ocupan los docentes en la formación de subjetividades ha sido objeto de análisis a lo largo de la historia de la filosofía. Las problemáticas que enfrentan las instituciones educativas no son nuevas, pero hoy más que nunca exigen una profunda revisión crítica. El testimonio que se presenta nos invita a reflexionar sobre el papel de las instituciones educativas en la formación de seres humanos, su capacidad para abordar tanto los problemas internos como externos que afectan el aprendizaje, y las dinámicas sociales que influyen en esta labor.
Las obras de autores como Giorgi, Kaplún y Morás (2012) y Duschatzky (2007) proponen perspectivas críticas que nos permiten profundizar en las tensiones que enfrentan las instituciones educativas y su relación con la sociedad. A través de conceptos como la "expulsión social" y la "desubjetivación", se exploran las consecuencias psicológicas que sufren los estudiantes que no encuentran un lugar de pertenencia ni dentro de la institución ni en la sociedad. Estas ideas nos llevan a repensar el papel de la educación en una época de crisis y cambio constante.
Educación: más allá de las paredes institucionales
En el testimonio citado de Giorgi et al. (2012), se nos presenta una reflexión sobre cómo las instituciones educativas parecen estar en una desconexión con la sociedad. El relato plantea preguntas fundamentales sobre el propósito de la educación y cómo esta debe trascender el espacio físico de la escuela para tener un impacto real en la comunidad:
"Acá los padres que plantearon todo eso con relación a la violencia…, nadie planteó nada del tema educativo, rendimiento de los chiquilines o problemas de aprendizaje, no. Entonces digo, miren que nosotros no somos una comisaría, somos un centro educativo, el objetivo nuestro es formar, educar." (Giorgi, V., Kaplún, G., Morás, L., 2012, p. 47).
Este testimonio sugiere una disyuntiva: ¿puede una institución educativa enfocarse únicamente en lo que sucede dentro de sus paredes? La respuesta a esta pregunta exige repensar el propósito de la educación en un sentido más amplio. La educación no debe ser entendida como un proceso aislado de los contextos sociales y culturales en los que se desarrollan los estudiantes. En lugar de eso, debe estar conectada con las realidades que los estudiantes enfrentan fuera del aula.
El concepto de "institución educativa" aquí va más allá de ser simplemente un edificio que alberga clases de química o matemáticas; es un espacio donde se construyen subjetividades y se genera un sentido de pertenencia. La pertenencia, en este sentido, es crucial para integrar a los estudiantes en una comunidad que los valore no solo como aprendices, sino también como ciudadanos activos. La pregunta que más resuena en este contexto es: ¿cómo podemos hacer visible a la comunidad el valor de nuestra labor educativa?
Expulsión social y desubjetivación en las instituciones educativas
La reflexión sobre la expulsión social que plantea Silvia Duschatzky (2007) nos obliga a repensar las dinámicas de inclusión y exclusión en las instituciones educativas. Duschatzky distingue entre la "exclusión social" y la "expulsión social", siendo esta última una forma más grave de marginalización. Mientras que la exclusión puede entenderse como una situación pasiva en la que los individuos no tienen acceso a ciertos recursos, la expulsión implica una acción activa por parte de la sociedad para apartar a ciertos grupos:
"Expulsión social" se refiere a aquellos individuos que, debido a su contexto y a la falta de sostén, son rechazados por la sociedad. Este rechazo tiene consecuencias psicológicas profundas, pues los individuos que experimentan la expulsión social no solo carecen de acceso a recursos básicos, sino que además pierden la posibilidad de construir un sentido de pertenencia en la sociedad.
El documental Entrelineas ilustra claramente este concepto cuando muestra a una directora comprometida en brindar alfabetización a jóvenes en situación de expulsión social. La oportunidad de participar en la educación es, para estos jóvenes, la única forma de sentir que la sociedad se preocupa por ellos. Sin embargo, como señala Duschatzky, el simple acceso a la educación no es suficiente. Si la sociedad no está preparada para sostener a estos individuos, la expulsión se perpetúa, y el vínculo entre el estudiante y la institución educativa se debilita.
La educación enfrenta el desafío de no solo instruir a los estudiantes, sino de proporcionar un espacio de contención y apoyo que les permita desarrollar sus capacidades y enfrentar las dificultades psicológicas derivadas de la expulsión social. La desubjetivación, un concepto también trabajado por Foucault, se refiere a la pérdida de identidad y agencia que sufren los estudiantes al no encontrar un lugar en la sociedad.
Subjetividad y desubjetivación en el rol docente
Otro aspecto crucial en la reflexión sobre la educación es el rol del docente en la construcción de la subjetividad de los estudiantes. Duschatzky (2007) sostiene que el problema central de la educación hoy en día no es la falta de capacitación docente, sino la desubjetivación de la tarea de enseñar. Los docentes, según la autora, ya no poseen la autoridad simbólica que les permitía guiar a los estudiantes y ser referentes en la construcción de sus identidades:
"El problema, a juzgar por los relatos docentes, es su impotencia enunciativa, que es igual a decir la desubjetivación de la tarea de enseñar. Pero cabe otra vuelta de tuerca, ¿es acaso la falta de capacitación docente lo que inhabilita el desempeño de su tarea educativa? Creemos que no. El problema de la impotencia no es un problema relativo a las personas sino a los dispositivos" (Duschatzky, 2007, p. 85).
Este fragmento es clave para entender cómo la crisis educativa no solo afecta a los estudiantes, sino también a los propios docentes. La desubjetivación del educador se manifiesta en la pérdida de sentido de su labor. Al no contar con el respaldo social y político necesario, los docentes se ven limitados en su capacidad de influir en la formación de los estudiantes. En este sentido, es urgente repensar el rol del docente como un agente activo en la construcción de subjetividades y no simplemente como un transmisor de conocimientos.
Espejismos: Educación y Realidad
La educación, como espacio de formación y creación de subjetividades, no puede verse como un proceso aislado de la sociedad. Los problemas que enfrentan tanto los estudiantes como los docentes en las instituciones educativas son el reflejo de una crisis más amplia que afecta a la sociedad en su conjunto. La expulsión social, la desubjetivación y la impotencia enunciativa son síntomas de un sistema que ha perdido la capacidad de integrar a todos sus miembros de manera justa y equitativa.
Desde una perspectiva filosófica, es necesario plantear una crítica constructiva que invite a repensar el papel de la educación en una sociedad en constante cambio. Como sostiene Duschatzky, el problema no reside en los seres humanos, sino en los dispositivos que regulan la educación. Es fundamental que las instituciones educativas recuperen su autoridad simbólica y que la sociedad asuma su responsabilidad en la formación de sujetos críticos y participativos.
La tarea educativa no puede limitarse a lo que ocurre dentro de las aulas. Es necesario que la comunidad se involucre activamente en el proceso educativo y que la educación trascienda las barreras físicas e ideológicas que la separan del resto de la sociedad. Solo así podremos construir una educación que no solo forme seres humanos, sino que también sea un factor que transforme la realidad social en la que vivimos.
Porque en este terreno no hay espacio para los discursos vacíos ni para las falsas promesas. Nos preocupamos, principalmente, por los gurises que están, aquellos que enfrentan la realidad que el sistema intenta maquillar, y por los que vienen, a quienes no les debemos ilusiones, sino recursos. A ellos les debemos la verdad.
Bibliografía:
- Agamben, G. (1995). Homo Sacer: El poder soberano y la nuda vida. Pre-Textos.
- Duschatsky, S. y Corea, C. Chicos en Banda. Ed. Paidós, 2006, Bs As,
- Giorgi, V. Subjetividad en la exclusión. Editorial Atlántica. 2003.
- Giorgi, V. La Deconstrucción del desamparo. Seminario sobre Drogas y Exclusión Social. 2006.
- Giorgi, V, Kaplún, G.,Morás, L. La Violencia está en los otros. Editorial Trilce. 2012.
Videografía:
- Documental "EntreLíneas". Gestión Educativa FLACSO. Argentina