Ilusión de sabiduría: ¿Quién necesita la verdad cuando se tiene opinión?

Introducción:

Sócrates, Platón y Aristóteles se destacan como figuras clave que influyeron y transformaron el debate sobre el conocimiento, la esencia de las cosas y la naturaleza de la realidad. Uno de los temas más relevantes dentro de esta tradición es la teoría de las Ideas, propuesta por Platón, quien a través de su maestro Sócrates, planteó la existencia de un mundo inteligible y eterno, distinto del mundo sensible y cambiante que percibimos con nuestros sentidos.

Sin embargo, Aristóteles, discípulo de Platón, puso en duda la concepción platónica al considerar que la realidad no puede dividirse de forma tan tajante entre un mundo de Ideas perfectas y un mundo material en constante cambio. Para Aristóteles, el conocimiento debía basarse en la observación y el análisis de los fenómenos sensibles, sin recurrir a un mundo abstracto que existiera más allá de la experiencia.

Este debate entre Platón y Aristóteles sobre la naturaleza de las Ideas y su relación con el mundo sensible es fundamental para entender las distintas concepciones del conocimiento y la realidad en la filosofía clásica. A partir de esta disputa, se pueden abordar cuestiones profundas sobre cómo entendemos la verdad, la universalidad y la esencia de las cosas.

Aristóteles, en sus textos "Metafísica" (I 6, XIII 4), ofrece una profunda reflexión sobre la influencia de Sócrates en la teoría de las Ideas de Platón, estableciendo una distinción fundamental entre las posiciones de ambos filósofos. Aristóteles interpreta que, mientras Sócrates estaba principalmente interesado en cuestiones éticas y morales, enfocándose en la búsqueda de definiciones universales para conceptos como la justicia, la piedad y la virtud, Platón expandió esta búsqueda a todo el ámbito de lo sensible. En este proceso, Platón desarrolló la teoría de las Ideas o Formas, donde lo universal se separa del mundo sensible y adquiere una existencia propia en un plano ontológico superior.

La crítica de Aristóteles a Platón se centra en la separación que este establece entre el mundo de las Ideas y el mundo sensible. Según Aristóteles, Platón, influido por Sócrates, parte de la búsqueda socrática de definiciones universales, pero lleva esta búsqueda más allá, postulando la existencia de dos mundos: el sensible y el inteligible. En "Metafísica", Aristóteles señala que Platón, bajo la influencia de pensadores como Heráclito y Crátilo, concibió el mundo sensible como un devenir constante, en el que nada es estable y todo está sujeto al cambio. Sin embargo, para dar cuenta de la posibilidad del conocimiento, Platón postuló la existencia de un mundo de Ideas inmutables, separado de lo sensible, donde se encuentran las esencias de todas las cosas.

Diferencia entre Sócrates y Platón según Aristóteles

Aristóteles observa que Sócrates no llegó a postular esta separación radical entre el mundo sensible y el mundo de las Ideas. Sócrates se preocupaba más por cuestiones éticas y prácticas, y su método filosófico se basaba en el diálogo y la indagación sobre la naturaleza de conceptos como la justicia o la piedad. En el diálogo Eutifrón, Sócrates busca la definición de lo pío, pero no se conforma con meros ejemplos o casos particulares. Insiste en encontrar una definición universal que pueda aplicarse a todos los actos piadosos, demostrando así su compromiso con la búsqueda de lo universal, pero sin llegar a separarlo del mundo sensible.

Aristóteles señala que la diferencia clave entre Sócrates y Platón radica en que, mientras Sócrates se mantenía dentro del ámbito de lo sensible, buscando definiciones universales que pudieran guiar la acción moral, Platón postula que estas definiciones, o "idéas", existen en un mundo aparte, un mundo inteligible. De este modo, Platón da un paso más allá de su maestro, transformando la búsqueda socrática de definiciones en una teoría ontológica sobre la existencia de formas puras e inmutables.

La "Idéa" en los diálogos platónicos: Eutifrón y Fedón

El desarrollo de la teoría de las Ideas en Platón puede observarse en la evolución de su pensamiento a lo largo de sus diálogos. En el Eutifrón, como ya mencionamos, Sócrates se embarca en la búsqueda de una definición universal de lo pío. El interlocutor de Sócrates, Eutifrón, intenta proporcionar ejemplos de actos piadosos, pero Sócrates no se contenta con ello, insistiendo en que debe existir una definición única y universal que abarque todos los casos particulares de piedad. Este enfoque refleja la influencia socrática en la teoría de las Ideas: la búsqueda de lo universal dentro de lo particular, sin separarlo completamente de lo sensible.

En cambio, en el Fedón, vemos una evolución significativa en el pensamiento platónico. Aquí, Platón, a través de Sócrates, presenta la teoría de la reminiscencia, argumentando que el conocimiento no es otra cosa que el recuerdo de lo que el alma conocía antes de su encarnación en el cuerpo. Este argumento introduce la noción de que las Ideas existen de manera separada y autónoma, en un mundo inteligible al que el alma tiene acceso antes del nacimiento. Según Platón, las cosas sensibles son meras imitaciones o participaciones de estas Ideas, y el conocimiento verdadero consiste en recordar las formas puras que el alma contempló en el mundo inteligible.

La separación entre lo sensible y lo inteligible, tan central en el Fedón, contrasta con el enfoque del Eutifrón, donde la "idéa" parece estar más integrada en los casos particulares. En el Fedón, Platón da un paso más allá, postulando que las Ideas existen en un plano superior, y que las cosas sensibles son meras sombras o imitaciones de estas realidades inmutables. Este cambio en la concepción de la "idéa" refleja la evolución de Platón desde la búsqueda socrática de definiciones universales hacia una teoría ontológica que postula la existencia de un mundo de formas puras.

La reminiscencia y la inmortalidad del alma

En el Fedón, uno de los principales argumentos que Sócrates utiliza para defender la inmortalidad del alma es el de la reminiscencia. Según este argumento, aprender no es más que recordar lo que el alma ya conocía antes de su encarnación. Como señala Silvana Di Camillo, "El argumento de la anámnesis se introduce como prueba de la inmortalidad del alma: Si el aprender no es otra cosa que recordar lo que se ha conocido en un tiempo precedente, es necesario admitir entonces que el alma existía antes de encarnarse en el cuerpo mortal" (Di Camillo, 2016, p. 27).

Este argumento tiene implicaciones profundas para la teoría de las Ideas. Si el conocimiento es reminiscencia, entonces las Ideas deben existir independientemente del mundo sensible, y el alma debe haber tenido acceso a ellas en un tiempo anterior. Esta concepción refuerza la separación entre lo sensible y lo inteligible, y sitúa a las Ideas en un plano ontológico superior, donde existen de manera inmutable y eterna.

Aristóteles sobre la teoría de las ideas de Platón

Aristóteles critica esta separación entre los dos mundos que postula Platón. Según él, el conocimiento sensible no puede estar en contraposición con las Ideas, ya que lo universal debe estar presente de alguna manera en lo particular. Aristóteles sostiene que la teoría de Platón de los dos mundos es innecesaria, y que es posible comprender las esencias o formas dentro del mundo sensible mismo, sin necesidad de postular un reino separado de formas puras.

No obstante, reconoce que la influencia de Sócrates en Platón es innegable, y que la búsqueda socrática de definiciones universales fue un paso importante en el desarrollo de la teoría platónica de las Ideas. Sin embargo, para Aristóteles, la clave está en mantener una conexión más estrecha entre lo universal y lo particular, sin separar completamente el conocimiento de lo sensible.

La evolución de la teoría de las Ideas en Platón puede observarse claramente en la comparación entre los diálogos Eutifrón y Fedón. Mientras que en el Eutifrón Sócrates busca una definición universal que abarque todos los casos particulares de piedad, en el Fedón Platón postula que estas Ideas existen de manera separada en un mundo inteligible, y que el conocimiento consiste en recordar estas formas puras. Aristóteles, por su parte, critica esta separación, pero reconoce la importancia de la influencia de Sócrates en el desarrollo de la teoría de las Ideas de Platón.

Bibiliografía:

- Aristóteles. (1994). Metafísica (Libro I, cap. 6). Introducción, traducción y notas de Tomás Calvo Martinez. Editorial Gredos.

- Aristóteles. (1994). Metafísica (Libro XIII, cap. 4). Introducción, traducción y notas de Tomás Calvo Martinez. Editorial Gredos.

- Di Camillo, S. (2016). Eidos: La Teoría Platónica sobre las Ideas. Editorial de la Universidad de La Plata.

- Platón. (1994). Eutifrón. En Obras completas. Traducción y notas por Calonge Ruiz, Lledo Iñigo, García Gual. Editorial Gredos.

- Platón. (1994). Fedón. En Obras completas. Traducción y notas por Calonge Ruiz, Lledo Iñigo, García Gual. Editorial Gredos.

- Platón. (1994). Apología de Sócrates. En Obras completas. Traducción y notas por Calonge Ruiz, Lledo Iñigo, García Gual. Editorial Gredos.