La Educación: Entre fábula y mito

Mejorando textos, yendo al núcleo

La educación, en su núcleo, constituye un proceso de inmensa complejidad que trasciende la mera acumulación de datos y conocimientos. Como lo señala Platón en el libro III de su "República", la educación tiene un rol primordial en la formación de la identidad y el carácter de los ciudadanos. En este sentido, la fábula y el mito se presentan como herramientas pedagógicas de vital importancia que contribuyen a la construcción de un orden social y a la transmisión de valores éticos.

La fábula, por su parte, se caracteriza por ser una narración breve que presenta una enseñanza moral, frecuentemente utilizando animales como personajes. Por ejemplo, las fábulas de Esopo son célebres por sus lecciones sobre la naturaleza humana. En cambio, el mito es una narración más extensa y compleja que aborda cuestiones profundas sobre la existencia, el origen de la humanidad y las relaciones entre dioses y hombres. Los mitos, a menudo, articulan las creencias de una cultura y ofrecen explicaciones sobre fenómenos naturales y experiencias humanas.

Este texto tiene como objetivo explorar la relación entre la educación y la fábula, tomando como referencia "La fábula de los metales" de Platón. A través de un análisis crítico y constructivo, se intentarán preguntas fundamentales sobre la necesidad de transmitir la fábula y su relevancia en el contexto educativo y cultural actual.

¿Un mito educativo?

En su obra, Platón presenta la fábula de los metales como una alegoría que justifica el orden social y educa a los ciudadanos sobre su lugar en la sociedad. En esta narrativa, se sostiene que los individuos nacen con diferentes metales en sus almas: oro, plata y bronce. Esta clasificación no solo determina el rol social de cada persona, sino que también establece una jerarquía moral y ética. La transmisión de esta fábula no es meramente un ejercicio literario; es un acto pedagógico que busca inculcar valores y principios en las generaciones futuras.

La pregunta inicial que se plantea es: ¿por qué es necesario transmitir esta fábula como un mito? La respuesta se encuentra en el poder del mito para moldear la percepción colectiva. Los mitos, al ser narrativas cargadas de simbolismo, permiten a las sociedades articular sus valores fundamentales y establecer un sentido de identidad compartida. La educación, entonces, se convierte en el vehículo a través del cual estos mitos son transmitidos y reinterpretados.

Platón, al abordar esta cuestión, se interroga sobre cómo se podría convencer a los ciudadanos de la veracidad de esta noble mentira, necesaria para el bienestar de la comunidad. En un diálogo en el que se discute la naturaleza de la educación, se menciona la necesidad de que los gobernantes reconozcan y valoren las distintas "composiciones de metales" en las almas de los ciudadanos, así como la importancia de educar a cada individuo de acuerdo con su naturaleza.

La educación en el tiempo

La educación ha sido históricamente el pilar sobre el cual se construyen las culturas. Desde las enseñanzas orales de las sociedades antiguas hasta los sistemas educativos contemporáneos, el proceso educativo ha evolucionado, pero su función esencial permanece inalterada: formar ciudadanos críticos y responsables. En este sentido, la importancia de la educación radica en su capacidad para preservar y transformar el conocimiento cultural.

A lo largo del tiempo, las culturas han utilizado mitos para explicar fenómenos naturales, establecer normas sociales y transmitir sabiduría ancestral. En este contexto, "La fábula de los metales" puede ser vista como una herramienta educativa que no solo refleja la estructura social platónica, sino que también ofrece una crítica a las desigualdades inherentes a dicha estructura. Al estudiar este mito, los educadores pueden fomentar una reflexión crítica sobre las jerarquías sociales actuales.

Es esencial entender que el rol de la educación no se limita a la transmisión de conocimientos; también abarca la formación de valores y actitudes. La fábula de los metales sirve para inculcar la idea de que el valor de una persona no se mide solo por su origen, sino también por su naturaleza y capacidades. Este enfoque educativo promueve una visión más inclusiva y justa de la sociedad.

La actualidad del mito

En el mundo contemporáneo, el mito platónico puede ser reinterpretado a través de diversas corrientes filosóficas y sociológicas. Por ejemplo, desde una perspectiva crítica feminista, se podría cuestionar cómo las narrativas mitológicas han perpetuado desigualdades de género a lo largo del tiempo. Este análisis revela que, a pesar de su pretensión de justicia y equidad, el mito de los metales puede ser utilizado para justificar una jerarquía que discrimina a ciertos grupos.

Asimismo, desde un enfoque postcolonial, se podría analizar cómo estos mitos han sido utilizados para justificar estructuras de poder opresivas. En este sentido, es crucial reflexionar sobre cómo las narrativas que elegimos aceptar o rechazar afectan nuestra comprensión del mundo. El mito, lejos de ser una verdad absoluta, se convierte en un medio a través del cual se construyen y desafían las realidades sociales.

La relevancia del mito en nuestro entorno actual se manifiesta en cómo las narrativas culturales influyen en nuestra comprensión del mundo. Las historias que elegimos contar —y aquellas que decidimos ignorar— tienen un impacto significativo en nuestra identidad colectiva. Por lo tanto, es crucial que los educadores sean conscientes de estas dinámicas al transmitir mitos y fábulas.

La educación en la sociedad

La educación debe ser entendida como un proceso dinámico que no solo transmite conocimientos, sino que también promueve el pensamiento crítico y la reflexión ética. En este sentido, "La fábula de los metales" ofrece una oportunidad única para discutir temas como la justicia social, la equidad y el papel del individuo dentro de la comunidad.

Al interiorizar los conceptos presentes en esta fábula, los estudiantes pueden desarrollar una comprensión más profunda de su lugar en el mundo y su responsabilidad hacia los demás. Esto no solo contribuye a su formación personal, sino que también fortalece el tejido social al fomentar una ciudadanía activa e informada. En este contexto, la educación se convierte en un espacio donde se fomenta la crítica constructiva, permitiendo que las nuevas generaciones puedan reinterpretar y reconfigurar los mitos que les son transmitidos.

La interacción entre la educación y el mito, entonces, se convierte en un campo fértil para la reflexión filosófica. La educación, al abordar los mitos con un enfoque crítico, tiene el potencial de transformar la sociedad, no solo al transmitir conocimientos, sino también al empoderar a los individuos para cuestionar y desafiar las narrativas existentes.

La verdad y la fábula

La transmisión de "La fábula de los metales" como un mito educativo es fundamental para comprender no solo el pensamiento platónico, sino también las estructuras sociales contemporáneas. A través de esta narrativa, Platón nos invita a reflexionar sobre nuestras propias creencias y valores. Sin embargo, es esencial abordar estas narrativas con un espíritu crítico; no debemos aceptar ciegamente las jerarquías que presentan, sino interrogarlas constantemente.

Desde una perspectiva filosófica, es vital considerar cómo los mitos pueden ser utilizados tanto para perpetuar desigualdades como para promover cambios sociales positivos. La educación debe ser un espacio donde se fomente esta crítica constructiva, permitiendo así que las nuevas generaciones puedan reinterpretar y reconfigurar los mitos que les son transmitidos. La crítica constructiva a los mitos es esencial para una educación que no solo busque preservar la tradición, sino también desafiarla en busca de una sociedad más justa y equitativa.

¿Qué significaría para nuestras sociedades reconocer y desafiar las fábulas que damos por sentadas? ¿Podría ser la verdad una construcción tan flexible como el mito mismo? ¿Hasta qué punto estamos dispuestos a cuestionar los cimientos sobre los que hemos construido nuestra identidad cultural?

Platón (427 a.C. - 347 a.C.)
Platón (427 a.C. - 347 a.C.)

Fragmento del Libro III de República (414c-415d)

—Bien, lo contaré; aunque no sé hasta dónde llegará mi audacia ni a qué palabras recurriré para expresarme y para intentar persuadir, primeramente a los gobernantes y a los militares, y después a los demás ciudadanos. Lo haré de modo que crean que lo que les hemos enseñado y les hemos inculcado por medio de la educación eran todas cosas que imaginaban y que les sucedían en sueños; pero que en realidad habían estado en el seno de la tierra, que los había criado y moldeado, tanto a ellos mismos como a sus armas y a todos los demás enseres fabricados. Y, una vez que estuvieron completamente formados, la tierra, por ser su madre, los dio a luz. Por ello, deben ahora preocuparse por el territorio en el cual viven, como por una madre y nodriza, y defenderlo si alguien lo ataca, y considerar a los demás ciudadanos como hermanos y como hijos de la misma tierra.

—No era en vano que tenías escrúpulo en contar la mentira.

—Y era muy natural. No obstante, escucha lo que resta por contar del mito. Cuando les narremos a sus destinatarios la leyenda, les diremos: "Vosotros, todos cuantos habitáis en el Estado, sois hermanos. Pero el dios que os modeló puso oro en la mezcla con que se generaron cuantos de vosotros son capaces de gobernar, por lo cual son los que más valen; plata, en cambio, en la de los guardias, y hierro y bronce en las de los labradores y demás artesanos. Puesto que todos sois congéneres, la mayoría de las veces engendraréis hijos semejantes a vosotros mismos, pero puede darse el caso de que de un hombre de oro sea engendrado un hijo de plata, o de uno de plata uno de oro, y de modo análogo entre los hombres diversos. En primer lugar y de manera principal, el dios ordena a los gobernantes que de nada sean tan buenos guardianes y nada vigilen tan intensamente como aquel metal que se mezcla en la composición de las almas de sus hijos.

—¿Y qué pasará si sus propios hijos nacen con una mezcla de bronce o de hierro?

Sócrates (470 a.C. - 399 a.C.)
Sócrates (470 a.C. - 399 a.C.)

—De ningún modo tendrán compasión, sino que, estimando el valor adecuado de sus naturalezas, los arrojarán entre los artesanos o los labradores. Y si de éstos, a su vez, nace alguno con mezcla de oro o plata, tras tasar su valor, los ascenderán entre los guardianes o los guardias, respectivamente, con la idea de que existe un oráculo según el cual el Estado sucumbirá cuando lo custodie un guardián de hierro o bronce.

—Respecto de cómo persuadirlos de este mito, ¿ves algún procedimiento?

—Ninguno, mientras se trate de ellos mismos, pero sí cuando se trate de sus hijos, sus sucesores y demás hombres que vengan después.

—Pues ya eso —dije— sería bueno para que se preocuparan más del Estado y unos de otros; porque creo que entiendo lo que quieres decir. De todos modos, será como la creencia popular decida.

Bibiliografía:

- Platón. La República. Ed. Edaf, Madrid. 1980.