¿La falsa promesa del Estado? Cuando el 'progreso' entierra a sus propios trabajadores
La dialéctica del cambio histórico: fuerzas productivas y relaciones de producción en la lucha de clases
La película Germinal ofrece una mirada de las luchas de los mineros franceses en el
siglo XIX. A través de esta historia, se manifiestan problemáticas profundas relacionadas
con la explotación, la opresión y, fundamentalmente, la conciencia de clase. Al analizar
esta obra desde la óptica de La Ideología Alemana de Karl Marx y Friedrich Engels, se
revela cómo la lucha de los trabajadores no es solo una demanda de mejores
condiciones laborales, sino también un proceso de toma de conciencia respecto a su
situación social y económica. Intentaremos mostrar cómo el desarrollo de la conciencia
de clase, las condiciones materiales de vida y la relación entre el Estado y la propiedad
privada se interrelacionan con los conceptos fundamentales en la obra de Marx y
Engels.
Uno de los problemas centrales en Germinal es la conciencia de clase y el proceso de
su desarrollo entre los trabajadores. En la película, los mineros, al principio, actúan de
manera individual y aislada, lo que refleja la alienación propia de una clase explotada,
sin embargo, a medida que las circunstancias se vuelven más adversas, especialmente
tras el despido de varios trabajadores y el aumento de la explotación, comienzan a
unirse en una lucha común. Este proceso de unificación es crucial, ya que, a través de
la conciencia compartida de su opresión, los personajes logran avanzar hacia una lucha
organizada.
Los mineros, a pesar de ser los principales productores de riqueza, viven en la miseria
y se encuentran totalmente deshumanizados. Según Marx y Engels en su texto La
ideología alemana, son las condiciones materiales las que determinan las relaciones
sociales y la conciencia de los individuos. En este caso, las miserables condiciones de
trabajo que sufren los mineros y la falta de control sobre los medios de producción, es
decir, las minas, los colocan en una situación de alienación respecto al producto de su
trabajo y a sí mismos.
Dado que estos mineros están alienados del producto de su trabajo, ya que extraen el
carbón pero este no les pertenece, el control lo ejercen los propietarios capitalistas de
la mina, además, no tienen control sobre las condiciones en las que trabajan; estas
están diseñadas como herramientas al servicio de los dueños de las minas, por otro
lado, la explotación y la competencia por los escasos recursos deterioran sus relaciones
sociales, y su humanidad se ve reducida a simples engranajes en la máquina capitalista,
despojándolos completamente de su libertad y autenticidad.
Marx y Engels critican el idealismo alemán, ya que este es incapaz de explicar la historia
en términos materiales. Los idealistas, siguiendo la línea de Hegel, creían que las ideas
y la conciencia eran los motores del cambio histórico. Sin embargo, Marx y Engels
sostenían que el materialismo histórico, además de ser científico y por esto empírico,
explica cómo las condiciones materiales de producción determinan las formas sociales,
políticas y legales de la sociedad donde el ser humano habita.
"Podemos distinguir al hombre de los animales por la conciencia, por la religión o por lo
que se quiera. Pero el hombre mismo se diferencia de los animales a partir del momento
en que comienza a producir sus medios de vida, paso este condicionado por su
organización corpórea. Al producir sus medios de vida, el hombre produce
indirectamente su propia vida material." (Marx y Engels, Ideología alemana, p16)
En la película, podemos ver a los propietarios de las minas como representantes de la
clase burguesa, quienes controlan los medios de producción y, por tanto, las
condiciones de vida de los mineros. La conciencia de los mineros no surge de ideas
abstractas, sino de su realidad material: vivían y trabajaban en condiciones de extrema
explotación, lo que los lleva a desarrollar una conciencia de clase y a organizarse para
luchar. Según Marx y Engels, la conciencia de los hombres es el reflejo de sus
condiciones materiales de vida. En este caso, los mineros, al experimentar la miseria
directamente, no necesitan un sistema filosófico para comprender su opresión; es su
realidad la que los impulsa a la acción. Por otro lado, la burguesía impone su
superestructura, es decir, sus ideas, para justificar de alguna manera la explotación.
Esto se refleja en la película cuando los dueños de las minas justifican la pobreza de los
trabajadores como una necesidad económica.
En la película, vemos cómo el Estado se presenta como una institución que defiende los
intereses de la burguesía. Las fuerzas del orden intervienen para proteger las
propiedades de los dueños de las minas, sofocando cualquier intento de huelga o
rebelión por parte de los trabajadores, esto ejemplifica claramente la idea de Marx de
que el Estado no es neutral, sino que, por el contrario, sirve para proteger las relaciones
de producción capitalistas y la propiedad privada.
Siguiendo la línea de Rousseau, la situación de los trabajadores en Germinal confirma
su tesis de que la propiedad privada es el origen de la desigualdad, es decir, la
acumulación de riquezas por parte de los propietarios de las minas, en contraste con la
pobreza extrema de los trabajadores, ilustra cómo la propiedad privada introduce
diferencias sociales y privilegios que no existían en el estado de naturaleza. En su visión,
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el contrato social, que podría haber sido un acuerdo libre e igualitario, se distorsiona al
convertirse en un mecanismo para mantener los privilegios de los ricos y poderosos.
Esta dinámica se refleja claramente en Germinal, donde el sistema capitalista no solo
perpetúa la explotación de los trabajadores, sino que, como señala Rousseau, "que
hombres dispersos sean subyugados sucesivamente a uno solo, cualquiera que sea el
número en que se encuentren, no por esto dejamos de hallarnos ante un señor y
esclavos, mas no ante un pueblo" (pág. 44, Contrato Social).
El Estado, en lugar de promover la igualdad, actúa como un refuerzo de la jerarquía y
la desigualdad, protegiendo los derechos de los ricos sobre los pobres. La conciencia
de clase que los trabajadores desarrollan a lo largo de la narrativa de Germinal se
convierte en una crítica al orden social existente, resonando con la advertencia de
Rousseau sobre cómo las estructuras de poder se perpetúan en detrimento de la
verdadera libertad y equidad.
En La ideología alemana, Marx y Engels afirman que el Estado está al servicio de los
intereses de las clases dominantes. Las leyes y las instituciones políticas están
diseñadas para mantener el control de esta clase sobre los medios de producción. El
sistema legal y político no es más que una superestructura que refleja la base
económica de la sociedad, es decir, que el Estado actúa como un agente de represión,
sofocando cualquier intento de los trabajadores por mejorar sus condiciones o alterar el
orden existente.
Desde la perspectiva de Marx y Engels, el conflicto central en Germinal es un claro
ejemplo de la lucha de clases. Esta lucha surge cuando las fuerzas productivas, en este
caso, la propiedad privada de los medios de producción, entran en conflicto con las
relaciones de producción. Debido a la propiedad privada de los medios de producción,
los mineros se ven obligados a trabajar en condiciones miserables para generar
plusvalía para los propietarios. La plusvalía es el excedente que obtienen los burgueses:
el obrero, en cuatro horas de trabajo, cubre su salario, y las otras cuatro horas son la
ganancia del capitalista. En este contexto, la plusvalía representa ese excedente de
ganancia, en donde el obrero trabaja sin remuneración adicional, multiplicando así la
inversión del capitalista (Feinmann). Es esta explotación lo que, en cierta forma, impulsa
a los mineros a rebelarse.
La contradicción entre el desarrollo de las fuerzas productivas y las relaciones de
producción es lo que Marx y Engels plantean como el motor del cambio histórico. En su
obra, afirman que las relaciones de producción son el resultado de una fase determinada
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del desarrollo de las fuerzas productivas, pero cuando estas relaciones se convierten en
un obstáculo para su crecimiento, surge una crisis que conduce a la revolución. En la
película Germinal, esta crisis se manifiesta en la huelga de los mineros, quienes intentan
alterar las relaciones de producción capitalistas para mejorar sus condiciones. Sin
embargo, la película muestra claramente cómo la represión del Estado y la falta de una
organización proletaria efectiva dificultan su éxito. Esto coincide con la idea de Marx de
que la conciencia de clase y la acción organizada son condiciones necesarias para que
el proletariado pueda emanciparse.
En "Una breve introducción a Marx", Peter Singer da una crítica a las teorías marxistas
que resulta útil para analizar la película y a los autores. Singer reconoce el poder
explicativo de Marx al, por así decirlo, ponerles nombres a las dinámicas del poder y a
la economía capitalista, pero señala que su visión determinista reduce los conflictos
sociales a meras luchas económicas, lo que puede ser insuficiente para comprender la
complejidad de fenómenos contemporáneos y, en este caso, de la película.
Al transcurrir la huelga de los mineros en Germinal, observamos cómo la explotación
capitalista y la represión estatal se alinean con el marco marxista, pero también surgen
aspectos emocionales y psicológicos que la teoría económica no captura del todo. En el
libro de Singer, "Marx comprende que la naturaleza (humana) no es fija, sino que se
altera según las condiciones económicas y sociales de cada periodo, y por tanto se
puede transformar la sociedad cambiando la base económica que fomenta unos rasgos
humanos como la codicia, el egoísmo y la ambición" (Singer, p. 91). En Germinal, las
motivaciones de los mineros van más allá de la mera subsistencia; se evidencian
tensiones psicológicas y deseos de dignidad, reconocimiento y mejor calidad de vida,
aspectos que no siempre quedan bien reflejados en el análisis materialista de Marx.
Singer critica también la idea de que el cambio en la base económica de la sociedad
sería suficiente para erradicar la alienación y unir los intereses individuales con los
colectivos. Como señala: "Si cambiar la base económica de la sociedad no consigue
que los individuos vean sus propios intereses y los intereses de la sociedad como la
misma cosa, entonces el comunismo tal y como lo concibió Marx debería ser
abandonado" (Singer, p. 94). En la película, aunque los mineros se unen por un objetivo
común, sus motivaciones individuales, miedos y desesperanzas crean divisiones que
impiden una organización efectiva, lo que refuerza la crítica de Singer sobre la visión
simplificada de la conciencia de clase de Marx.
Además, Singer destaca que una sociedad coercitiva no resolvería la alienación
humana, sino que simplemente lo habría formulado en otros términos (Singer, p. 94).
En Germinal, la intervención brutal del Estado para reprimir las huelgas no solo
evidencia el control de la burguesía sobre el aparato estatal, sino que muestra cómo las
fuerzas represivas perpetúan la alienación y el sufrimiento de los trabajadores. Singer
subraya que Marx "nunca propuso una sociedad comunista que forzase a los individuos
a trabajar por el bien colectivo y en contra de sus intereses" (Singer, p. 94), lo que resulta
crucial en la interpretación de Germinal, donde los intentos de organización proletaria
fracasan debido a la falta de cohesión y el conflicto interno.
Finalmente, Singer argumenta que la distancia entre la utopía comunista de Marx y las
dictaduras que surgieron en el siglo XX puede rastrearse hasta su errónea concepción
de la plasticidad de la naturaleza humana (Singer, pp. 94 y 95). En Germinal, los mineros
no solo luchan contra los propietarios, sino contra sus propias limitaciones y divisiones
internas, lo que muestra una realidad mucho más compleja que la predicción de Marx
sobre la inevitable victoria del proletariado. Singer concluye que "la construcción de una
sociedad libre e igualitaria es muchísimo más difícil de lo que él -Marx- creía" (Singer,
p. 96).
Sumando esta crítica de Singer nos ayuda a apreciar que, aunque la obra de Marx es
una herramienta conceptual muy fuerte para comprender las dinámicas de poder y
explotación tanto en Germinal y nuestra misma sociedad, también debemos considerar
factores emocionales, psicológicos y subjetivos que escapan a una visión puramente
económica.
Ver la película y tener la perspectiva de Marx y Engels pone arriba de la mesa no sólo
la lucha por mejores condiciones laborales, sino también el proceso mediante el cual los
trabajadores desarrollan una conciencia crítica sobre su situación. La obra ilustra cómo
la conciencia de clase se forja a través de un proceso colectivo, donde los individuos
comienzan a reconocer y entender su opresión dentro de un contexto histórico y social
más amplio. Esta transformación de la conciencia es fundamental para la movilización
y organización de los trabajadores en su búsqueda de justicia.
A pesar de la utilidad de los conceptos marxistas en la interpretación de estas dinámicas,
es crucial reconocer sus limitaciones en el contexto contemporáneo. Los desafíos
actuales, como la globalización y el individualismo, demandan una adaptación y
expansión del pensamiento marxista que permita abordar fenómenos emergentes en la
lucha por la justicia social. En este sentido, Singer, al criticar la visión determinista de
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Marx, invita a un análisis más matizado que integre dimensiones emocionales y
culturales en las estrategias de lucha y resistencia.
Germinal no es solo una representación de la lucha de los trabajadores del siglo XIX;
también actúa como un recordatorio poderoso de que la conciencia de clase sigue
siendo un componente crucial en la búsqueda de la justicia social en la actualidad. La
película refleja los conceptos del análisis marxista sobre las relaciones laborales y la
conciencia de clase, destacando la importancia de la solidaridad y la organización
colectiva en la reivindicación de derechos. Esta película nos muestra los
acontecimientos del pasado y su relevancia en el presente. Considerando nuestro futuro
rol, es fundamental comprender las críticas a las diversas teorías y evaluar cómo
podemos seguir construyendo una conciencia crítica que impulse el cambio social en
nuestros tiempos.
Bibliografía:
- El Capital - Filosofía Aquí y Ahora - Marx y el Capitalismo - Cap 10 (youtube.com)
- Marx, k y Engels, F (2014). "La ideología alemana". Ediciones Akal S.A. Madrid, España.
- Rousseau, J. (2004) "El Contrato Social". Editorial Istmo. Madrid, España.
- Singer, P. (2018) "Una breve introducción a Marx". Antoni Bosch editor, S.A.U.
Barcelona, España.
Texto realizado en conjunto con Valentina Sosa Arkoss (Docente de Filosofía).