Sócrates: el filósofo que no sabía nada... Pero murió convencido
Introducción
El estudio del pensamiento socrático es fundamental para comprender los cimientos de la filosofía occidental. Aunque Sócrates no dejó escritos propios, su influencia perdura a través de sus discípulos, especialmente Platón. Su método dialéctico, basado en la ironía y la mayéutica, revolucionó la forma en que se trata la búsqueda del conocimiento y la verdad. Intentaremos examinar la vida y legado de Sócrates, destacando su enfoque en la virtud, su condena política y su muerte como un acto final de enseñanza. Además, reflexionar sobre las críticas que filósofos posteriores, como Nietzsche, hicieron a su figura, analizando la relevancia que su pensamiento conserva en el debate filosófico actual.
Sócrates: el filósofo de la ignorancia y la virtud
El fenómeno socrático se presenta como un enigma fascinante, en gran parte debido a la ausencia de textos originales que nos permitan acceder directamente a su pensamiento. Sócrates, quien nació en Atenas alrededor del 470 a.C., se destacó no solo por su vida, sino también por la forma en que enfrentó su muerte. Proveniente de una familia plebeya, hijo de un picapedrero y una partera, utilizó el oficio de su madre como metáfora para ilustrar su concepción del aprendizaje y el conocimiento. Su método se basaba en el diálogo y la indagación, lo que le permitió atraer a las figuras más prominentes de su tiempo, pero también le valió numerosos enemigos, quienes lo apodaron "el tábano" por su insistencia y provocación.
La condena de Sócrates, ocurrida cuando tenía 70 años, fue un evento crucial que marcó su legado. Acusado de impiedad y corrupción de la juventud, fue juzgado en un proceso que muchos consideran político. Platón narra este juicio en su obra Apología, donde se observa que ciertos nobles atenienses se sintieron amenazados por la influencia de Sócrates sobre los jóvenes. A pesar de las acusaciones, Sócrates mantuvo su postura filosófica y desafió a sus jueces, eligiendo finalmente morir en lugar de aceptar el destierro. Este acto heroico contribuyó a forjar su leyenda y cimentar su lugar en la historia.
La influencia de Sócrates fue tan profunda que sus seguidores, especialmente Platón, se encargaron de inmortalizar sus enseñanzas. La condena y muerte de Sócrates impactaron profundamente a Platón, quien se alejó de Atenas durante años y nunca volvió a participar en política. La crítica que Nietzsche siglos después, al señalar a Sócrates como responsable de la decadencia de la sociedad occidental, resalta la relevancia duradera del filósofo.
La filosofía práctica de Sócrates
El pensamiento socrático se caracteriza por su enfoque práctico. Se centra en cuestiones fundamentales como la justicia, el bien y la virtud. Esta orientación lo establece como el primer filósofo en la historia al inaugurar una nueva rama del pensamiento: la ética. La novedad que introduce es el concepto del Intelectualismo Moral, que sostiene que la virtud está intrínsecamente ligada al conocimiento. Según Sócrates, conocer lo que es bueno es suficiente para actuar correctamente; así como un buen zapatero debe conocer su oficio para ser competente.
Este intelectualismo puede considerarse una forma de racionalismo que identifica el bien con el conocimiento y el mal con la ignorancia. Desde esta perspectiva, nadie actúa mal intencionadamente; el verdadero problema radica en la falta de conocimiento sobre lo correcto. Ante esta premisa surge una pregunta crucial: ¿cómo alcanzamos la virtud? La respuesta socrática radica en su método dialéctico.
El método dialéctico: ironía y mayéutica
El método socrático se desarrolla en dos fases: la ironía y la mayéutica. En la primera fase, Sócrates busca desmantelar las falsas creencias ajenas mediante preguntas incisivas que revelan ignorancias ocultas. Su famosa declaración "solo sé que no sé nada" encapsula esta ironía; él reconoce su propia ignorancia mientras expone la falta de sabiduría en quienes creen saberlo todo.
La segunda fase es donde brilla el verdadero propósito del método socrático: la mayéutica. Al igual que su madre asistía en los partos, Sócrates ayudaba a los demás a dar a luz sus propias verdades internas. Este proceso implica guiar a los interlocutores hacia el descubrimiento personal del conocimiento. Así como una comadrona no da vida sino ayuda a darla, Sócrates no impone conocimientos; más bien facilita un espacio donde los alumnos pueden encontrar sus propias respuestas.
Sócrates creía firmemente que todos llevamos dentro de nosotros las verdades fundamentales; por lo tanto, el rol del maestro es más bien el de un facilitador que guía a los estudiantes hacia ese autoconocimiento esencial. Esta idea resuena con otro lema socrático: "conócete a ti mismo", una exhortación que invita a cada individuo a realizar un examen introspectivo profundo. Frase inmortalizada por la historia en la puerta del oráculo de Delfos.
Reflexiones sobre la Muerte
La muerte fue un tema recurrente en las enseñanzas de Sócrates. En sus últimos días, reflexionó sobre este evento inevitable con serenidad y filosofía. En un diálogo con sus discípulos antes de beber cicuta, expuso que vivir es una necesidad universal y que no corresponde al hombre decidir cuándo morir. Esta reflexión revela su comprensión profunda del valor de la vida y del conocimiento.
Sócrates argumentaba que los verdaderos filósofos no temen a la muerte; al contrario, ven en ella una liberación del cuerpo y una oportunidad para alcanzar los bienes por los cuales han suspirado toda su vida: la sabiduría. En este sentido, enfrentó su destino con dignidad y aceptación, convirtiendo su muerte en un acto final de enseñanza filosófica.
¿Ideas sueltas?
Sócrates no solo es recordado como un pensador brillante; es también un símbolo viviente del compromiso con la búsqueda incesante de la verdad y el conocimiento. Su legado perdura no solo por las ideas que planteó sino por cómo vivió y murió conforme a esos principios.
Su vida nos recuerda que la filosofía no es simplemente una disciplina académica; es una forma de vida dedicada al cuestionamiento constante y al examen crítico tanto del mundo como de uno mismo. La figura socrática sigue siendo relevante hoy en día como modelo para aquellos que buscan entender mejor no solo el mundo exterior, sino también su propia existencia.
BIbliografía:
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Videografía:
- https://youtu.be/qv-TXz0qc7g?si=lgbJdJcreR8lQEEu - Lluna Pineda - Filosofía de SÓCRATES